Silencio

Capítulo I:

Tenía oscuros recuerdos que vagaban por sus pensamientos llenos de venganza, confusión y culpa, aquellas memorias que lo atormentaban necesitaban se borradas de la única manera que vio posible
. Escuchaba los latidos de su corazón calmado y ya no sentía el sonido de la música que inundaba la habitación fría, triste y sin movimiento alguno; estaba respirando lento y suave, tratando de dejar su atormentada mente en blanco.

Todo esto ocurría mientras observaba el cuerpo inerte de aquella persona que formó parte importante en su vida, compañeros de acciones por las que se arrepentía.

Luego se paró y se acercó al cuerpo sin vida para taparle los ojos, únicos testigos. Entonces cogió su saco, miró un cuadro de la habitación y observó por última vez el cuerpo y en ese instante sintió que todo había llegado a su fin, pero faltaba aún algo más importante.

Finalmente se retiró de la habitación murmurando algunas palabras, rompiendo el silencio que mantuvo durante un tiempo.


Capítulo II: 

Trató de  levantarse pero no pudo; el día anterior había el más difícil de su vida. Anna quiso continuar su día como si fuera uno normal, aunque sabía que no era así…

Logró salir de la cama a las seis y estaba lista para irse a las siete. Subió a su auto y de camino al trabajo escuchó por la radio que se había cometido un doble asesinato, pero ella no prestó atención y la apagó. Llegó diez minutos antes; al entrar saludó a los compañeros con los que se encontraba y con algunos quedaron en reunirse a la hora de almuerzo. Llevaba casi ocho años trabajando pero no se sentía igual.

En el almuerzo estuvo generalmente callada, quería mantenerse al margen de la conversación que tenían sus compañeros y solamente respondía algunas preguntas que le hacían. Nunca le gustaba ser el centro de atención pero resultaba difícil que pase desapercibida porque era bonita y tenía una personalidad que agradaba a la gente.

Al terminar del almorzar todos regresaron a su trabajo para continuar. La mayoría notó que Anna actuaba de manera extraña, pero no quisieron preguntar por qué estaba así.

Cuando llegó la hora de salida, se despidió de todos y se fue rápidamente. En el camino de regreso a casa recibió una llamada, frenó el auto, escuchó lo que le dijeron y empezó a llorar…


Capítulo III: 

"No tenía que terminar así." Repetía una y otra vez mientras secaba sus lágrimas y continuaba el camino a casa, se le hacía difícil concentrarse.

Al llegar tomó un calmante ya que no soportaba el dolor de cabeza. Su frustración la estaba matando, el poder decir nada, no tener quien la escuchara empeoraba las cosas. Sus dos amigos muertos, era algo con lo que tendría que lidiar siempre.

Tenía que rendir su declaración en la delegación policial por la mañana, ella era una de las personas que más los conocía, posiblemente la única en toda la ciudad, sentía mareos y todo le daba vueltas.

Anna sabía que lo que venía no iba a ser fácil, su vida ya había cambiado y tenía que ver la forma de asumirlo tratando de no perder el control.

En algún momento llegó a extrañar algunas cosas, vinieron a la mente muchos recuerdos que provocaban melancolía. Saber que todo se complicó solo por un error terrible que nunca había conocido era chocar con la realidad y quedarse por un momento sin fuerzas para seguir, escapar ya no era una opción porque no tenía nada bajo control.

Anna solo quería dormir, olvidar y no recordar...