lunes, 15 de agosto de 2011

Su delito: Vivir

Era lunes y estaba anocheciendo, el capitán Sarmiento estaba preparando la estrategia para acabar con el grupo terrorista asentado en un valle; su plan era emboscarlos ya que aquel campamento estaba rodeado por los árboles y el río.

Antes, por la tarde, Sarmiento pidió a sus superiores que den la orden mandar los helicópteros con bombas y luego atacar a los sobrevivientes con sus soldados:
-¡No tiene errores! – decía con seguridad. Era impaciente y sanguinario, tenía experiencia realizando estos ataques, a veces matando a gente inocente pero no le importaba. "Daño colateral" pensaba.

Desesperado porque no llegaban a bombardear el lugar, con tragos encima se llenó de valentía y rabia por lo que decidió ir por su cuenta sin importar lo que pase, el ataque sería en la medianoche y preparó a sus soldados, todos prestos a recibir órdenes del capitán.

Llegó la hora y fueron todos aprovechando que la mayoría de terroristas estaban dormidos, con lo que no contaban era que tendrían mejor armamento y en uno de los tiroteos hirieron mortalmente a Sarmiento, trataron de mantenerlo con vida pero no lo lograron: "Aquí nunca hay ganadores, todo el mundo pierde", fue lo último que pensó antes de morir en su delirio.

Los terroristas, quienes habían tenido pocas bajas, escaparon. Los soldados, muchos sin experiencia, no sabían qué hacer ante la muerte de su líder; pocos sobrevivieron, ellos informaron el hecho a los superiores.

-Busquen el pueblo más cercano al valle y desaparézcanlo, ahí deben estar refugiados esos malditos – fue la orden del General Ponce. Eso dejo desconcertados a algunos, pero no a otros porque era común ver ese tipo de órdenes. Al ubicar el pueblo, el jefe dio la orden de que los helicópteros enviados para la misión anterior vayan y destruyan todo.

La madrugada del martes se realizó el ataque, desaparecieron a todas las personas que vivían ahí, nunca se supo si lograron el objetivo de matar a los terroristas que buscaban, lo que sí se supo es que aquel día murió gente inocente, gente que no pensó morir de esa forma, sin saber cual fue su delito…

"Aquí nunca hay ganadores, todo el mundo pierde", repitió en algún lugar el capitán Sarmiento.

1 comentario:

  1. Saludos Jotita.

    Tu estilo sobrio y directo hace que la historia sea impactante y profunda. ¿Sabes lo que significa?...
    Deberías publicar más de tus escritos.

    Kelly.

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